Un refugio para peregrinos
En Lacommande, pueblo de las laderas del Béarn, se encuentra una de las pocas Commanderies* que quedan en pie, la Commanderie de Lacommande.
Nos encantan !
- las esculturas románicas de la iglesia Saint-Blaise
- el antiguo cementerio
- la experiencia (La Parenthèse(
- la chambre sourde, única en Europa
Construido en el siglo XII por Gaston IV le Croisé, este complejo hospitalario servía de refugio a los peregrinos que hacían la ruta de Arles de los Chemins de Compostelle, entre Lescar y Oloron-Sainte-Marie. En la actualidad, la iglesia y el hospital están declarados Monumentos Históricos.
En lugar del claustro original, un parque plantado de árboles y flores alberga el antiguo cementerio, que contiene una gran colección de estelas funerarias discoidales (en forma de disco) del siglo XVII.
La iglesia de Saint-Blaise, del siglo XII, es una joya del arte románico. En el interior, en el coro, capiteles finamente esculpidos representan escenas bíblicas y mitológicas, así como escenas de la vida cotidiana.
Justo enfrente, la Maison des Vins es el lugar ideal para descubrir la riqueza de los viñedos de Jurançon: se ofrecen vinos dulces y secos y otros productos locales. Es el lugar perfecto para hacer una pausa gastronómica.
*Una comandería es la residencia de un comandante (dignatario) de ciertas órdenes religiosas y/o militares.
L'expérience (La Parenthèse(
En este lugar histórico del siglo XII, le esperan numerosas actividades originales y lúdicas en un recorrido descrito como «un paseo sensorial por el Béarn que dormita en su interior».Entre en una cámara anecoica, una cámara sorda, ¡única en Europa! Escuche el silencio, en sintonía con la tranquilidad del Béarn.
Reflexione sobre la exposición de esculturas «Ode à la femme, visions croisées» de Valérie Hadida & Seaty.
Escuche la madera de los toneles de vino, y a través de ellos el Béarn y su patrimonio, con el músico-compositor Romain Baudoin.
En el espacio gastronómico, una exposición fotográfica de las joyas de la corona de la gastronomía bearnesa tentará sus papilas gustativas, y podrá saborear Jurançon con las manos y el olfato.
Una excursión en bicicleta por Béarn, una búsqueda del tesoro en familia y una degustación de vinos de Jurançon en la Maison des vins completarán su experiencia bearnesa.