Colores hasta el infinito
¡ Nos gustan !
- los Pirineos (¡no nos cansamos de contemplarlos!)
- los colores de cada estación
- las puestas de sol
- el mar de nubes
En invierno, la vid y la naturaleza se adormecen en un claroscuro de ocres y marrones mientras los Pirineos nevados se yerguen majestuosos, más brillantes que nunca.
En primavera, los viñedos se despiertan con suavidad mientras la nieve se funde lentamente en los Pirineos. Por la mañana, cuando la bruma sube del valle, un mar de nubes invade las laderas. Así de sorprendente es el espectáculo del amanecer.
En verano, la naturaleza estalla en verdes claros y frutos maduros. Las hileras de vides se llenan de hojas relucientes y los Pirineos, eternos, ocupan el horizonte. ¡Un panorama único!
El otoño es el tiempo de las vendimias. Las vides y las laderas adoptan sus colores más vivos, naranja, verde, amarillo... un espectáculo silencioso. Al final de la jornada, los Pirineos destacan sobre un cielo lánguido o resplandeciente, según el tiempo. Un momento de pura contemplación.